Nuestra Cumbia habla de la playa, del mar y de la magia de nuestro Caribe; La música Llanera habla del temple y la valentía del llanero Colombiano; el Vallenato relata historias con el sabor de la costa; El Pacifico plasma en sus Currulaos de manera profunda la cultura ancestral negra de nuestro país, y así Cada ritmo nacional nos cuenta algo de determinada manera.
Por su parte el Bambuco, ritmo que hecho raíces en gran parte del territorio nacional, requiere de sus compositores un espíritu Ecológico, y profundo amor por la fauna nacional.
El compositor de Bambucos es un observador incansable del paisaje que lo rodea. Este lo inspira, y el termina plasmándolo en sus partituras.
Si se fijan bien, la mayoría de joyas inolvidables de la Música Colombiana, hacen referencia a la madre naturaleza:
Los Guaduales que tienen alma
Las Espumas que se van
La palma del desierto que es menos bonita que una Antioqueña
El Cafetal de mis cantares
Las cañas de mis valles y el anís de mis montañas
Los Arrayanes que estaban tan floridos
El sabor de Mejorana
Los Cambulos y Gualandayes
Etc
El Bambuco es una materia obligada en el estudio de la Botánica y de la Biología. Quizás un compositor de Bambucos conoce más clases de flores que un botánico. Margaritas, claveles, orquídeas y geranios, hacen alusión a la mujer amada... y remansos, ríos, quebradas y montañas, hacen alusión a donde la quería llevar.
Aparecen en los Bambucos Sauces, Algarrobos, Arrayanes, Matarraton, Limonares... mejor dicho, en los Bambucos hay más troncos, que en el último equipo de la B.
Las aves exóticas no escapan del ojo poético y de la pluma del Tiplista. Es así como aparecen en las más románticas canciones el Pájaro Diostedé, el Ruiseñor, La golondrina, el Turpial, la Alondra, el Copetón, los Cisnes, la Mirla y por supuesto el invitado de honor de esta columna, el Cucarachero.
En la cachaquisima capital Colombiana, hay dos habitantes más tradicionales que el chocolate con pandeyucas; El Copetón y El Cucarachero hacen parte del paisaje Bogotano, haciéndole contraste a la parte no silvestre de Bogotá, como lo son los edificios los semáforos, el asfalto y los Trasmilenios rellenos.
Tan serán parte del paisaje, que Jorge Añez le dio el protagónico de su canción, al popular pajarito Bogotano, y así fue que nació el popular tema de Garzon y Collazos que todos hemos cantado, "Los Cucaracheros", que se volvió emblemático de la ciudad, ya que aparte de resaltar el ilustre pajarito capitalino, inmortalizo al cerro de Monserrate con la inolvidable estrofa:
-El que en Bogotá no ha ido
Con su novia a Monserrate
No sabe lo que es canela
Ni Tamal con Chocolate
Hasta ahí, todo iba bien, salvo que el cachaco Cucarachero, no podía escaparse a las situaciones políticas y problemáticas del país.
Aunque no lo crean, este compatriota con plumas, ha sufrido de todo lo que sale en los noticieros y en la primera plana de “El Espacio”; este pajarito ha sufrido de Desplazamiento como nuestros campesinos, de robo como los que andan con el celular en la mano, de secuestro como Ingrid y de asesinato.
¿Cómo sucedió esto? Con la llegada de su archienemigo, su némesis, su Lex Luthor, su Guasón, su Desepticon, su Pepe Cortisona; A Bogotá, aun no se sabe cómo, llego la Merula Tardus Fuscater más conocida como Pájaro Hijuemadre.
La mirla hijuetantas es un pájaro no muy bonito que digamos. Mientras el Copetón y el Cucarachero sugieren paisajes silvestres en parques Bogotanos, la Jijuemichica Mirla parece salida de la película "La Profecía" o de "Los Pájaros" de Alfred Hitchcock.
Esta ave subversiva llego para desplazar de la ciudad al Cucarachero y al Copetón. Su programa terrorista fue de tal existo, que el Cucarachero llego a tierras Antioqueñas para quedarse allí. No están en los semáforos y no tienen carteles de cartón que dicen “Somos desplazados”. Muy por el contrario, fueron recibidos con la ya tradicional hospitalidad Paisa, se quedaron, y ahora se conocen como “El Cucarachero Paisa”.
Hasta ahí, todo bien... pero resulta que este despreciable avechucho, gusta mucho de la carne de Copetón. Así que no solo tenía filosofía guerrillera, sino que resulto caníbal además de todo. Es así como la tasa de Copetones Cachaquitos ha disminuido, al mismo tiempo que aumenta la tasa de Mirlas gordas y rozagantes.
Al igual que Susan Boyle que canta lindo pero es fea, la Mirla inmunda canta en las mañanas con un adorable cantico. Pero igual después del canto, su segunda actividad del día es seguir delinquiendo.
Su siguiente gusto exótico, son los huevos de Copetón. Es así como esta Pichurria de pájaro, desayuna Omellete de Copetón, y no experimenta culpa. Una vez se come los proyectos de Copetón Guámbito, coloca sus huevos en el nido para que la mama Copetona se los empolle. A estas alturas yo no sé ustedes, pero a mi cada vez me cae más gorda esta Mirla de Porra; Primero desplaza al Cucarachero por su tendencia de Izquierda, Luego deja ver su instinto carroñero y caníbal comiéndose al prójimo, y para acabar de ajustar, no solo se come los huevos, sino que también es una pésima madre. Ahora no solo hay que llamar a protección del medio ambiente, sino que también hay que llamar a Profamilia y al Bienestar familiar, para que le quiten los huevos, acusando abandono.
Así que invadido por una ira ni la berraca, y una intensa indignación patria y cundinamarqueza, convoco a todos los niños que tengan cauchera y a todos los estudiantes de la nacional, para tirarle piedra ventiada a esta ave infeliz, esta mirla enrazada de cuervo, esta urraca vaga, este pajarraco parasito, esta desgraciada, langaruta, infeliz, y desplazarla de una vez por todas del país…
O llevarla a Cuba y negociar con ella.
Has Click en la foto
Si eres Miope
excelente,de acuerdo
ResponderEliminar