martes, 22 de abril de 2014

Cronica de una Mala hora

(Homenaje Rapsodia)

Conocí a un tipo fantástico que aunque documentado, era feliz. Regio, mágico, dicharachero e igual de cándido a la ya mayorcita Eréndira.

Este Patriarca estaba viviendo su otoño muy lejos de su tierra natal, curiosamente la señora Forbes, muy amiga de él, gozaba de un verano muy feliz, y no un otoño como este periodista que descansaba después de haber viajado por países socialistas.

Este náufrago se contradecía continuamente, ya que pese a advertirme que no venía a dar un discurso, me relato crónicas, reportajes, y como se contaban los cuentos, más exactamente doce.

Justo cuando  se disponía a hablarme del amor y otros demonios en tiempos de cólera, me confeso que sentía cerca su partida. Me dijo que su muerte estaba anunciada, y me la narro cronológicamente. A mala hora decidió partir… aunque reconoció que hizo esperar a los ángeles algunos años.

Nada que hacer, se marchó, y ni en la nieve quedo rastro de su sangre.  La mala hora llego y yo tenía que narrar la crónica de su muerte.

A su funeral  llego la mama grande, la abuela desalmada y dos de sus amigos militares más cercanos; un general que logro salir de un tortuoso laberinto para asistir a la despedida de su amigo, y un coronel que al saberlo ausente, se quedó sin quien le escribiera.

Isabel se quedó con muchas ganas de verlo, pero el partió antes de regresar a Macondo. Así que Isabel no tuvo más remedio que contemplar la lluvia, y como esta formo una Hojarasca que cubrió todo el pueblo

Aunque él tenía la bendita manía de contar, esta historia ya no la podrá contar el mismo, porque tenía que Vivir para contarla.

Y con estas palabras le rendimos un pequeño homenaje a nuestro Nobel Gabriel García Márquez quien nos dejó quizás una importante enseñanza que aún no habíamos descifrado:

Cuando quiso buscar la magia
Para plasmarla en sus escritos
Él no la encontró afuera
Si no en su pequeño pueblito

En la búsqueda de la magia
Son muchos los que han partido
Pero él supo encontrar la magia
Justamente donde había nacido

Cuando todos se pregunten
La magia… ¿Cómo la encuentro?
Respondan: no busques fuera,
La magia se encuentra adentro

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